¿Gamiqué? Quizás no lo hayas escuchado
nunca o lleves un tiempo aplicando la gamificación en tu día a día. Sea cual
sea tú caso, lo importante es la esencia en sí misma del término marketiano, “Gamificar es aplicar las técnicas del juego
en entornos no lúdicos a través de la tecnología, consiguiendo una mayor
motivación, concentración, fidelización…” Así que, ¡Juguemos!
Veamos, aquí tenemos… “Los Cazafaltas”. Una
aplicación con la que los niños mejoran su ortografía mientras se divierten. Mediante
pistas pueden averiguar cómo se escriben las palabras de manera correcta. Así,
van sumando puntos y avanzado por un tablero similar al juego de la oca. Es un
juego gamificado y ¡parece divertido!
Vaya, seguimos sin tenerlo claro, qué tal
si lo vemos gamificando nuestro día a día. Pongámonos en situación,
somos los protagonistas de un juego que
hemos configurado con nuestras normas. El objetivo es avanzar y cambiar de
nivel. Acabamos de empezar, para lograrlo tenemos que conseguir 5 estrellas de
oro que equivalen a 5000 puntos. ¿Cómo conseguimos los puntos? Muy fácil, ir al
gimnasio suma 10 puntos, practicar inglés 20 puntos y así con cada actividad
que hayamos configurado. Nuestro reto es sumar 1000 puntos, cuando lo logremos
obtendremos una recompensa, nosotros hemos elegido tomaremos un helado bien
grande. ¿Lo entiendes?
Volvamos al
aprendizaje de los niños, las actividades tienen un carácter lúdico, con lo
cual el conocimiento es interiorizado con mayor facilidad, generando una
experiencia positiva. Por si fuese poco, esta herramienta didáctica cuenta con
una seria de técnicas que aumentan la motivación:
Fuente http://www.educativa.com/ |
Asimismo, la
ludificación ayuda a mejorar los siguientes aspectos:
-El conocimiento,
porque es más fácil de asimilar.
-La socialización,
cuando el juego se hace en grupo.
-La motivación, ya que
permite establecer retos.
-El compromiso, las
recompensas o notificaciones afianzan la implicación.
-La toma de
decisiones, seguir las normas permite que el niño sepa qué decisión debe tomar
para conseguir la recompensa sin ser penalizado.
Actualmente, existen cientos de
plataformas o aplicaciones para iniciarnos en este apasionante mundo. Para elegir la tuya
debes tener en cuenta determinados aspectos, como los objetivos del aprendizaje,
el tipo de jugador que es el niño la selección de las técnicas (infograflía) que
mejor se adapten al carácter del niño. Así como, los elementos de premio y
sanción.
Estas son nuestras
favoritas:
-Bussu: Plataforma
gamificada para practicar idiomas. Cuenta con múltiples temas distribuidos por
niveles, en la medida que completes las actividades podrás acceder a nuevos
contenidos. Por otro lado, los propios
usuarios son los encargados de corregir, explicar o ayudar al resto generando
vínculos con personas de cientos de países.
-Capitán Up es una
plataforma de gamificación 100% configurable, con 30 niveles y más de 80
insignias. En ella podemos diseñar dinámicas, dar puntos por cada tarea
realizada. De modo que poco a poco vayan
desbloqueando los logros y avanzando.
-Minecraft, el
videojuego con el que puedes aprender matemáticas, tecnología, ciencia, historia y hasta el
idioma Inglés. Un magnifico refuerzo para la clase de historia, ya que permite
recrear antiguas civilizaciones.
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