Es muy corriente presenciar escenas en las que se les dice a
los niños, a veces con mucha rudeza, lo que han de hacer. Y siempre es por su
bien, nos justificamos. No pensamos que están aprendiendo a ser, que necesitan
modelos y no órdenes, la mayoría de las veces incomprensibles e injustas, fruto
de nuestro propio fracaso. Y en éste estado pretendemos que “aprendan”. La
educación es algo muy sutil que va calando y recreando formas nuevas donde
antes solo había candidez e ingenuidad, ese estado creativo con el que nacemos
y que vendemos por el camino a cambio de una muestra de amor duradera, la que
sea. Lo malo es que nunca es suficiente. Ya hemos dicho en otras entradas de la
importancia de amar y ser amado, es la única forma de crecer como seres y
llegar hasta el final con una sonrisa en los labios y lúcida esperanza.
COMPAÑÍA CENTRO ESCÉNICO PUPACLOWN
jueves, 30 de octubre de 2014
jueves, 23 de octubre de 2014
LA CURIOSIDAD
La curiosidad es algo que llevamos implícito en nuestros
genes, es lo que nos hace seguir vivos, aprender, modificar para mejorar y
hacer adaptaciones al medio, fruto de la experiencia obtenida por el uso de la
curiosidad. Pero esta entrada del Pupa Blog hace su reflexión sobre la
curiosidad que nos descubren las miradas de los niños y niñas que acuden a
nuestro teatro, expectantes, con los ojos tan abiertos que iluminan la sala. El
niño y la niña es curioso por definición, ya lo hemos dicho, si no sería imposible
crecer en condiciones y cuando miran lo hacen sin juicio, esperando ver lo que
se desprende de lo observado, que puede dar miedo, hacer reír o aburrir. Según
sea la experiencia así será el aprendizaje. Si es divertida, se afianzará con
mayor fuerza que si es aburrida (que no se retendrá). Si da miedo activará
otros resortes de protección de la especie y también ayudará a su proceso.
miércoles, 8 de octubre de 2014
LAS COSAS NO SON LO QUE PARECEN
Estamos acostumbrados a interpretar el mundo en una sola dirección, cargados de prejuicios, viejos hábitos y fórmulas aprendidas que no por viejas han de ser ciertas o infalibles. Y ésta forma de mirar nos ciega a otras realidades. Pasa con las personas (¡cuánto dolor producimos por creer al otro diferente!), pasa con el arte que nos muestra siempre miradas tangenciales, alternativas, no pensadas de forma lineal... Por eso nos dedicamos al teatro, porque podemos jugar con la realidad, no a cambiarla, es imposible, sino a interpretarla de otra manera, a aplicarle una mirada que nos ayude a seguir creyendo en la sabiduría de los procesos que nos envuelven.
miércoles, 1 de octubre de 2014
EL PODER DE LA INTENCIÓN
Un afinador de pianos toca una
tecla. Do. Un pianista toca la misma tecla. Do. Si estamos en el lugar donde
suena y escuchamos con atención, notaremos que hay un matiz que las diferencia.
La del afinador suena limpia, afinada, vibra en el aire y desaparece. La del
pianista sigue el mismo patrón pero lleva algo más, es la intención con que el
pianista la toca y esa intención puede ser una emoción, o un sentimiento que
envuelve la vibración sonora y se desplaza en el aire y nos invade para
comunicarnos lo que el pianista quería
expresar, quizás dictado por el compositor. Y esa es la gran cuestión. La
intención tiene un poder ilimitado. Para lo bueno y para lo malo. Pero lo
segundo no nos interesa aquí, porque seguimos creyendo en el ser humano, en su
bondad intrínseca.
Y aquí descansa la gran fuerza de
la solidaridad, la compasión (procede del latín cum-passio, y hace alusión al sufrimiento
compartido con otro) es uno de los vehículos que usa el amor para acercarse a
nuestro ser más profundo, ese que nos ríe e ilumina, ese que hace que demos
gracias a la vida y saludemos a la muerte en el instante postrero como una cosa
más que nos ha tocado vivir con gracia.
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