lunes, 24 de marzo de 2014

LA PRINCESA POCOSUEÑO




Erase una vez una pequeña princesa que vivía en un palacio con su familia. Era una niña muy alegre y feliz, pues sus padres la querían muchísimo. Durante el día, iba al colegio y jugaba con sus amigos, y al llegar la noche se acostaba a dormir… bueno, a dormir…a dormir no, porque la princesa, tenía unas pesadillas terribles, que no la dejaban cerrar los ojos.

 
 
Este es el problema al que se enfrenta la princesa Pocosueño. Por qué no consigue dormir es un misterio para todos… bueno, para casi todos. Sus padres, o lo que es lo mismo, los artistas de Periferia Teatro, encargados de darle vida en cada función, saben algo del tema: “La princesa sueña con monstruos muy grandes”, nos revelan. Algo que no le pasa sólo a Pocosueño. Los monstruos forman parte del imaginario de todos los niños, y demasiado amenudo aparecen en sus sueños… Mariso García, directora de la compañía, nos ha contado por qué pasa esto, y cómo la experiencia de Pocosueño puede echarles una mano…


¿Creéis que las pesadillas reflejan nuestros miedos más ocultos? 


Las pesadillas, como las de Pocosueño, son un reflejo de nuestros miedos, de aquellos que nos impiden crecer y hacernos “mayores”.


En el caso de Pocosueño, sus padres llaman a un guerrero, e incluso a un sabio para vencer las pesadillas, pero no lo consiguen... ¿Significa eso que los miedos sólo pueden ser vencidos por uno mismo? 


Si, los monstruos de cada persona son diferentes y personales, solo podemos vencerlos  nosotros mismos.


¿Qué le enseña esta historia a los niños?


Que hasta de los miedos más profundos nos pueden llegar a dar risa.  El Teatro tiene esa magia. A través del teatro de títeres, los niños y niñas viven lo que le está sucediendo a la protagonista y de esta manera pueden exteriorizar sus sentimientos en público o en el ámbito familiar.




¿Creéis que los pequeños espectadores llegan a identificarse con los personajes?


Sí, sobre todo se identifican con la protagonista, y de hecho ellos, los niños, le ayudan activamente a superar el miedo.


Eso dará pie a muchísimas anécdotas en cada función…


Pues… más de una vez al acabar el espectáculo, cuando salimos con los muñecos a saludar y hablar con el público, se ha acercado algún niño o niña y le ha contado directamente a la marioneta como consiguió él o ella, dormir solo en su habitación. Es muy bueno escucharlos, primero porque así vemos como vivieron ellos y ellas su experiencia con el miedo, y segundo porque aunque el titiritero está a la vista, no hablan con él, hablan con la marioneta y a ella le cuentan sus experiencias sin pudor y sin pelos en la lengua.


Eso significa que sí consiguen meterse de lleno en la historia. Una historia, una función, con la que ya habéis recogido varios premios … ¿por qué creéis que es tan especial? 


Pocosueño ha recibido el premio al mejor espectáculo de títeres en FETEN (Feria Europea de Teatro para niños y niñas), y también el de mejor propuesta plástica en el Festival Internacional de Marionetas A la Vall D´Albaida. Pensamos que gusta a los niños por la puesta en escena, la música, las marionetas y sobre todo porque habla de un tema propio de su universo, algo que buscamos en los espectáculos que creamos. Intentamos siempre crear una dramaturgia propia del universo infantil y con la que los pequeños de la casa se puedan identificar. Los niños y niñas enseguida acompañan a la protagonista en su aventura, aunque estos monstruos tan especiales de Pocosueño, a ellos, no les den nada de miedo.





A los niños les gusta cuando lo ven, pero para eso hace falta que los padres los lleven al teatro. Y esto no siempre es fácil, porque muchos adultos piensan que llevar a un niño que no supera los 6 ó 7 años al teatro es una experiencia poco…confortable. Pretender que estén sentados tanto tiempo, o prestando atención, entretenidos…


Yo les diría a los padres que el Teatro y el de Títeres en particular, es una de las Artes más antiguas que existen y que ayuda a las personas a conocer mejor el mundo que les rodea. Los niños y niñas, precisamente ahora, están muy acostumbrados a las pantallas y no experimentan el placer de reconocerse en el cuento, en lo que le está sucediendo a otro personaje y en cómo se está enfrentando a su situación. Por eso, ahora más que antes, se sienten fascinados por la magia del Teatro, porque es un arte vivo, poco habitual en su realidad y no lo conocen. Tengo la gran suerte de llevar casi 25 años contando cuentos con títeres y veo como, en estos momentos, los niños y niñas se sorprenden con el Teatro, más que antes si cabe. Así que sí, ánimo a todos los papás y mamás que se acerquen con sus hijos, el Arte no tiene edad.


Nosotros no podríamos estar más de acuerdo, y estamos seguros de que disfrutarán en grande con el espectáculo de este sábado 29. Las artes escénicas son una herramienta fascinante para la educación de los niños, para su crecimiento personal y su desarrollo creativo. 


Así que… os esperamos a todos: ¡hay una princesa en apuros!




No hay comentarios:

Publicar un comentario