martes, 30 de octubre de 2012



Y Pulgarcito se estrenó, y el dichoso ogro no pudo comérselo y las botas de siete leguas funcionaron de maravilla. ¡Cuántas botas como esas necesitamos! para salir corriendo como el viento y que no nos alcancen los malos ni las malas cosas. Ha sido un trabajo duro, los actores han trabajado de lo lindo para ofrecer lo mejor que tienen, su humanidad al servicio de un cuento que nos llena de tristeza en algún momento pero que en otros nos envuelve en su magia, en la magia que tienen los cuentos clásicos para devolvernos al mundo real desde ese espacio casi onírico donde han crecido.